En un operativo contra la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa, la Policía italiana detuvo a 25 personas en la región de Brescia y sus alrededores. Entre los arrestados se encuentra Anna Donelli, una monja que usaba su posición religiosa para actuar como intermediaria entre presos y la organización criminal, facilitando el envío de mensajes desde las cárceles. También fueron incautados bienes y fondos por un valor superior a 1.8 millones de euros.
La investigación reveló que la organización criminal realizaba actividades ilícitas como extorsión, tráfico de armas y drogas, lavado de dinero, usura, y acuerdos políticos-mafiosos. Además, se descubrió la creación de empresas fachada dedicadas al comercio de chatarra, las cuales emitieron facturas falsas por unos 12 millones de euros para evadir impuestos y blanquear dinero. Entre los detenidos figuran políticos locales acusados de intercambiar favores electorales con la mafia.
Este caso expone la capacidad de la ‘Ndrangheta para infiltrarse en diversos sectores, utilizando incluso figuras religiosas y políticas para fortalecer sus actividades delictivas y expandir su influencia.
