El presidente de Argentina, Javier Milei, confirmó que continuará con su agresiva política económica de recortes, conocida como la «motosierra», en 2025. A través de un mensaje en su cuenta de X, Milei expresó que seguirá adelante con su plan de reducción del gasto público y la eliminación de estructuras estatales, un enfoque que ya ha implicado el despido de más de 33,000 empleados y la eliminación de subsidios, organismos y programas de financiamiento para las provincias. Esta estrategia, que tiene como objetivo reducir el tamaño del Estado, ha dado como resultado un superávit fiscal en el primer semestre de 2024 y una desaceleración en la inflación, aunque aún se mantiene en niveles elevados.
A pesar de los avances en las finanzas públicas, el país enfrenta una recesión económica prolongada, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) proyectada en 3.5% para 2024, según el Banco Mundial. Además, la pobreza ha aumentado significativamente, alcanzando al 52.9% de la población en el primer semestre de 2024, lo que añade presión sobre el gobierno para generar consenso en el Congreso sobre el presupuesto para el próximo año. Sin embargo, aún no se ha logrado un acuerdo entre las distintas fuerzas políticas, lo que podría llevar a una nueva prórroga del presupuesto de 2023.
El gobierno argentino está negociando actualmente la aprobación de este presupuesto, cuyo destino es crucial para mantener la estabilidad fiscal y enfrentar los desafíos económicos del país. Si no se aprueba a tiempo, el presupuesto de 2023 podría prorrogarse nuevamente, lo que otorgaría al gobierno la flexibilidad de manejar los fondos de manera discrecional.
