Por tercer día consecutivo, trabajadores en huelga cerraron nuevamente la Torre Eiffel el miércoles, impidiendo el acceso de los visitantes al emblemático monumento que será el centro de los festejos en los Juegos Olímpicos de París.
Un mensaje en el sitio web de la torre advirtió sobre más trastornos el jueves, mientras los huelguistas demandan aumentos salariales y otros beneficios.
“Rogamos nos excusen por las molestias causadas”, se lee en el mensaje.
Denis Vavassori, representante de los trabajadores de la central sindical CGT, ha señalado que la medida de fuerza “podría prolongarse durante días, incluso meses”.
La empresa operadora de la torre de 330 metros (1.083 pies) de altura no ha respondido a los pedidos de declaraciones.
Los huelguistas reclaman un aumento salarial proporcional a los ingresos por venta de entradas y mejoras en el mantenimiento de la torre de 135 años, que presenta señales de oxidación en partes de su estructura.
Emmanuel Grégoire, vicealcalde de París, mencionó que la torre recauda anualmente millones de euros para la ciudad, pero aseguró que los cierres prolongados durante la pandemia no afectaron el mantenimiento.
“El monumento se encuentra en muy buen estado”, dijo a la emisora France Info, expresando su esperanza de que la empresa operadora llegue a una solución con los huelguistas.
La Torre Eiffel tendrá un papel destacado durante los Juegos del 26 de julio al 11 de agosto, y los Paralímpicos que seguirán. Las medallas de ambos eventos tendrán incrustado un trozo de la torre en el centro.
Los líderes sindicales han criticado repetidamente el modelo empresarial del operador, argumentando que se basa en una estimación inflada de futuros visitantes a expensas de los costos de mantenimiento y la compensación de los empleados.
Por lo general, la Torre Eiffel está abierta los 365 días del año. Sin embargo, el año pasado estuvo cerrada durante 10 días debido a las masivas protestas nacionales contra el plan de reforma del sistema de pensiones.
