En un encuentro de alto nivel de las Naciones Unidas, el secretario general António Guterres alertó sobre las crecientes amenazas que representan el caos climático y las crisis alimentarias para la paz mundial. Guterres hizo hincapié en la relación directa entre desastres climáticos y la producción de alimentos, advirtiendo que «los estómagos vacíos avivan la agitación».
El llamado del secretario general se centró en instar al Consejo de Seguridad de la ONU a abordar de manera prioritaria el impacto de la escasez de alimentos y el aumento de las temperaturas en la estabilidad internacional. Sin embargo, esta postura no fue respaldada por Rusia.
Durante la reunión, Simon Stiell, responsable climático de la ONU, destacó que el cambio climático contribuye significativamente a la inseguridad alimentaria y los conflictos. Advirtió que si las emisiones de gases de efecto invernadero no se reducen de manera significativa, la situación empeorará.
Beth Bechdol, subdirectora de la FAO, reiteró la estrecha relación entre el cambio climático, el conflicto y la seguridad alimentaria, subrayando que 258 millones de personas en 58 países enfrentan altos niveles de inseguridad alimentaria, y dos tercios de ellos sufren hambre debido a estos factores.
El presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, en su calidad de presidente del consejo, destacó la importancia de abordar estas cuestiones debido a sus vínculos con la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, la posición de Rusia, expresada por el embajador Vassily Nebenzia, desestimó la relación directa entre el cambio climático y la seguridad alimentaria, atribuyendo las dificultades socioeconómicas a prácticas neocoloniales de otras potencias.
El llamado urgente desde la ONU pone de relieve la necesidad de abordar de manera integral la crisis climática y alimentaria para garantizar la paz y la estabilidad a nivel mundial.
