El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) reportó que al 31 de octubre de este año, 735,837 conductores dominicanos tienen sus licencias de conducir vencidas. La mayoría se encuentra en el rango de edad de 31 a 50 años (347,621), seguido por los mayores de 51 años (312,607), mientras que los jóvenes de 18 a 30 años suman 75,609 casos. Esta situación genera preocupación, especialmente ante las cifras de accidentes de tránsito, que en 2023 dejaron 1,753 fallecidos según datos preliminares de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
La falta de fiscalización efectiva por parte de organismos como el Intrant y la Digesett es un punto crítico. Actualmente, los conductores deben renovar sus licencias voluntariamente, pero no existe un control riguroso para identificar a quienes transitan con documentos expirados. Este vacío, combinado con el impacto de la diáspora dominicana y la necesidad de depurar los registros de licencias de personas fallecidas, complica aún más la situación.
La renovación de licencias vencidas implica costos adicionales, que incluyen el pago de multas y la asistencia a charlas educativas en oficinas autorizadas. Ante los riesgos que representan los conductores sin documentación vigente, las autoridades han sido instadas a reforzar los controles y actualizar sus bases de datos para mejorar la seguridad vial en el país.
