Comunitarios de Las Calderas, en Baní, han alertado sobre la expansión de la destrucción en Las Dunas, donde se están talando indiscriminadamente cientos de árboles endémicos. Esto sucede a pesar de la falta de vigilancia anunciada por el Ministerio de Medio Ambiente.
En un recorrido realizado junto a reporteros, se observó cómo se desmontan cientos de árboles, dejando esparcidos sus restos en nuevas áreas del parque. Este daño ha generado indignación entre apicultores y criadores caprinos, quienes han cuidado la reserva por más de un siglo.
La situación ha alcanzado tal gravedad que se han otorgado permisos para actividades como la siembra de melones y sandías dentro del área protegida. A pesar de las denuncias continuas durante más de dos décadas, las autoridades ambientales han negado que estos actos ilícitos estén ocurriendo en una zona protegida.
El presidente de la Asociación de criadores de Abejas, Leonel Peña, expresó su indignación por la falta de acción por parte de las autoridades, señalando que deberían tomar medidas enérgicas ante esta situación. Mientras tanto, la fauna local, incluyendo especies como la iguana rinoceronte y el hurón, está perdiendo rápidamente su hábitat debido a la tala y los incendios provocados por intereses económicos.
