El recinto Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) continúa sus labores académicas en medio de un notable deterioro estructural, que incluye grietas profundas en paredes, filtraciones constantes, techos y columnas con moho, lámparas oxidadas y baños en condiciones precarias. A pesar del riesgo para estudiantes, docentes y personal administrativo, no se han implementado medidas preventivas visibles para mitigar la situación.
Uno de los puntos más críticos se encuentra en el edificio Ercilia Pepín, sede de la Facultad de Ciencias de la Salud, donde los mismos estudiantes han denunciado mediante videos en redes sociales el mal estado de los techos, la acumulación de agua, y la presencia de grietas que afectan las condiciones mínimas para la docencia. Este deterioro no solo afecta la experiencia educativa, sino que representa un potencial peligro para la integridad física de quienes asisten a diario.
La UASD Santiago, que inició sus labores en 1986 y cuyo campus en La Barranquita fue inaugurado en 2005, está compuesto por nueve edificaciones. Sin embargo, la falta de mantenimiento y de intervención gubernamental amenaza con deteriorar aún más su infraestructura, generando una creciente preocupación entre la comunidad universitaria que exige acciones urgentes para preservar tanto la calidad académica como la seguridad de sus instalaciones.
