María Luisa celebró su cumpleaños número 70 bajo un calor insoportable y un apagón de casi diez horas en su hogar en el sector Marbella II de Los Frailes, Santo Domingo Este. Los apagones, que nunca han mejorado, se han vuelto más frecuentes e intensos con la llegada del verano, haciendo la vida insostenible tanto dentro como fuera de las casas.
A pesar de los constantes reclamos a la empresa distribuidora EDEESTE, la situación no mejora. María Luisa lamenta que los residentes del barrio se encuentren atrapados entre el calor sofocante y el riesgo de robos al salir de sus hogares.
Eugenio Lantigua, residente en el Libertador de Herrera, también expresa su frustración. Aunque su comunidad se adhirió al programa de circuitos 24 horas y regularizó sus contratos con la esperanza de un suministro eléctrico constante, ahora enfrentan largos apagones y tarifas elevadas. La situación es tal que Eugenio ha vuelto a escuchar el ruido de la planta eléctrica de una fábrica cercana, una molestia que había desaparecido.
El Ministerio de Energía y Minas informó recientemente que el sistema eléctrico nacional alcanzó niveles históricos de consumo de energía debido a las altas temperaturas y el dinamismo de la economía. En abril, la demanda promedio fue de 2,051 GWh, con un pico preliminar de 3,398 megavatios. A principios de junio, las pérdidas acumuladas de energía en las empresas distribuidoras alcanzaron el 36.9%, provocando un déficit operativo que se traduce en prolongados apagones.
Las quejas por la alta facturación son constantes, especialmente durante el verano y las vacaciones escolares, cuando el consumo de energía aumenta. Los clientes de las EDEs expresan su descontento tanto formalmente ante el Protecom como informalmente en sus espacios cotidianos.
La crisis energética sigue afectando a los residentes de Santo Domingo, quienes esperan una solución efectiva para mejorar su calidad de vida.
