Tras más de 57 horas ininterrumpidas de trabajo, los rescatistas dominicanos e internacionales que participaron en las labores de búsqueda y salvamento en la tragedia del Jet Set se convirtieron en verdaderos héroes para un país que aún llora a sus muertos.
Juan Carlos Hernández, uno de los voluntarios que trabajó dentro de la denominada «zona cero», sufrió una lesión en su mano mientras intentaba salvar a una de las personas atrapadas. “Estábamos sacando a un herido cuando un bloque se desprendió. Metí la mano para protegerlo y evitar que lo aplastara”, narró visiblemente conmovido.
Entre los escombros, Hernández aseguró haber vivido momentos estremecedores. “Pasábamos al lado de gente atrapada. Nos agarraban por los pies y nos suplicaban que no los dejáramos solos”, dijo.
Junto a él, otros dos jóvenes, José Rosario y José Peralta, también compartieron sus experiencias. Ambos acudieron al llamado de emergencia sin imaginar la magnitud del desastre. “Salí dejando a mis hijos pequeños en casa. Mi esposa siempre me dice que me cuide, porque sabe lo que uno arriesga”, contó Peralta, quien participó en uno de los turnos más intensos de la jornada.
El sacrificio, la entrega y la valentía de estos hombres y mujeres quedará como testimonio de humanidad en medio de una de las peores tragedias recientes del país. Aunque el dolor es profundo, también lo es la gratitud del pueblo dominicano hacia los rescatistas que lo dieron todo, incluso su integridad física, por salvar vidas.
