El Gobierno dominicano está evaluando los incentivos y exoneraciones fiscales como parte de su estrategia para aumentar los ingresos sin necesidad de una reforma tributaria. A pesar del crecimiento de la recaudación, los ingresos aún no alcanzan la meta fijada para 2025, por lo que el Ministerio de Hacienda ha iniciado medidas para reducir la evasión y ampliar la base de contribuyentes. En este contexto, una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentra en el país brindando asistencia técnica sobre la racionalización de los incentivos fiscales.
El presidente Luis Abinader ha realizado cambios en el equipo económico, incluyendo la reciente designación de Camila Hernández como viceministra de Política Tributaria. Su labor estará enfocada en la evaluación del impacto de los incentivos fiscales y en la implementación de nuevas estrategias para mejorar la eficiencia en la recaudación. Mientras tanto, las cifras macroeconómicas del país siguen siendo positivas, con un crecimiento del PIB estimado entre 4% y 4.5% para el cierre del año y una inflación controlada.
Las recaudaciones fiscales han crecido, pero en algunas áreas, como la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), los ingresos han quedado por debajo de las proyecciones. En respuesta, se han fortalecido iniciativas como la facturación electrónica y la conciliación de deudas tributarias para mejorar el cumplimiento fiscal. Con un gasto tributario estimado en RD$383,566.2 millones para 2025, el Gobierno busca garantizar una administración más eficiente de los recursos y reducir la carga del servicio de la deuda pública.
