Emiratos Árabes Unidos se encuentra ante una situación sin precedentes después de experimentar las lluvias más intensas en los últimos 75 años. Las precipitaciones comenzaron el lunes por la noche, sumergiendo la arena y las carreteras de Dubái con aproximadamente 20 milímetros (0,79 pulgadas) de lluvia.
La agencia estatal de noticias WAM describió el fenómeno meteorológico como histórico, superando cualquier registro desde que se comenzaron a recopilar datos en 1949. Estas intensas lluvias causaron inundaciones en el aeropuerto internacional de Dubái, afectando las escalas en el aeródromo más transitado del mundo para viajes internacionales.
Se cree que la «siembra de nubes», un proceso en el que aviones fletados por el gobierno queman bengalas especiales para aumentar las precipitaciones, pudo haber contribuido a la concentración de las lluvias. Aunque Emiratos Árabes Unidos es conocido por su clima árido, la nación realiza estas actividades para incrementar su suministro de agua, crucial para su dependencia de las plantas desalinizadoras.
En el transcurso de 24 horas, Dubái recibió más de 142 mm (5,59 pulgadas) de lluvia, superando el promedio anual de precipitaciones. Las consecuencias fueron evidentes en el aeropuerto, donde las llegadas fueron suspendidas debido a las dificultades de transporte para las tripulaciones. Los pasajeros lucharon por llegar a las terminales a través de las calles inundadas, enfrentando un caos logístico.
Mientras tanto, en otras partes del país, como Ras al-Jaima y Fujaira, las lluvias también causaron estragos, con casos de personas atrapadas en vehículos inundados y algunas áreas residenciales afectadas. Desafortunadamente, en Ras al-Jaima se reportó una fatalidad, resaltando los riesgos asociados con estos eventos climáticos extremos.
Las autoridades tomaron medidas para mitigar las inundaciones, enviando camiones cisterna para bombear el agua de las calles y autopistas. Sin embargo, las lluvias inusuales resaltaron las deficiencias en la infraestructura de drenaje de Emiratos Árabes Unidos, mostrando la necesidad de una planificación más efectiva para eventos climáticos extremos en el futuro.
Aunque las lluvias son poco comunes en la región, su impacto devastador subraya la importancia de la preparación y respuesta adecuadas ante fenómenos meteorológicos extremos.
