Durante años, el sector de Capotillo, especialmente su calle La 42, fue sinónimo de violencia, pobreza y criminalidad. Sin embargo, en los últimos meses, los residentes aseguran que la zona ha comenzado a experimentar un cambio significativo gracias a la presencia constante de la Policía y al trabajo de las juntas vecinales.
Dirigentes comunitarios como Héctor Adames y Genaro Prensa destacan la reducción de atracos y enfrentamientos entre bandas, atribuyendo esta mejoría a los operativos de seguridad y a iniciativas sociales como el programa “Cero Drogas”, que busca alejar a los jóvenes del consumo de sustancias mediante charlas y actividades deportivas.
No obstante, los líderes comunitarios advierten que aún quedan desafíos por superar, especialmente la falta de oportunidades laborales. Daniel Ferreira Rodríguez subraya que muchos jóvenes son rechazados por empresas solo por vivir en Capotillo, lo que dificulta aún más su proceso de reintegración social y alejamiento de la violencia.
