
Según la acusación presentada por el Ministerio Público, los implicados en el caso Calamar habrían estafado al Estado dominicano con la asombrosa suma de 21 mil millones de pesos. Entre los principales involucrados figuran los exministros José Ramón Peralta, Donald Guerrero y Gonzalo Castillo.
El presunto modus operandi de este «holding criminal» involucró a seis instituciones públicas, además del Banco de Reservas, para llevar a cabo la estafa. La acusación detalla que se utilizaron diversas artimañas, incluyendo la creación de un programa de financiamiento para contratistas que, en realidad, sirvió como fachada para operaciones masivas de lavado de activos.
Se establece que los acusados falsificaron documentos y manipularon contratos para desviar fondos públicos de manera irregular. Además, se les señala por manipular declaraciones juradas de bienes para ocultar los fondos ilícitos obtenidos.
La acusación describe una red compleja de corrupción que involucra a funcionarios de alto y medio nivel, así como a profesionales privados contratados para facilitar los procedimientos legales fraudulentos. Se estima que el 80% de los fondos desviados terminaron en manos de las mismas personas y empresas vinculadas a la red corrupta.
Entre los implicados se encuentran exfuncionarios de alto rango, abogados, empresarios y otros individuos vinculados a la estructura delictiva. La acusación detalla una serie de maniobras fraudulentas, incluyendo la simulación de deudas y la utilización de empresas fantasma para desviar y cobrar fondos públicos.
El caso Calamar representa uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente de la República Dominicana, y el Ministerio Público continúa investigando para llevar a los responsables ante la justicia.