
Una nueva jornada de violencia y caos se vivió en Haití, con fuertes tiroteos, saqueos, secuestros y un ambiente marcado por el hedor a muerte en el centro de la ciudad. Los alrededores de la prisión civil desprenden un olor nauseabundo a cadáveres en descomposición, evidencia del deterioro de la situación en el país.
Bandas armadas continúan imponiendo el terror en Haití, con secuestros y enfrentamientos con la Policía. Este martes, hombres fuertemente armados secuestraron a tres religiosas en la comunidad de Madeline, aumentando la ola de violencia que ha obligado a cerrar escuelas, universidades y diversas instituciones.
La coalición armada ‘Vivre ensemble’, liderada por Jimmy Cherizier, alias ‘Barbecue’, sigue desafiando al Gobierno haitiano con el objetivo de derrocar al primer ministro Ariel Henry. La situación ha llevado a un estado de emergencia en la capital y al desplazamiento de cientos de personas que buscan evitar ser víctimas de la violencia desatada por las bandas armadas.
La violencia también afecta a la infancia, con niñas expuestas a la violencia de género, reclutamiento por parte de grupos delictivos y matrimonios forzados. La crisis humanitaria se agrava con la escasez de alimentos, lo que obliga a adultos a limitar su ingesta para alimentar a sus hijos. La pobreza y la falta de oportunidades económicas empujan a menores a unirse a las bandas armadas, profundizando aún más la crisis en el país caribeño.