En República Dominicana, desde diciembre hasta mayo, el país se convierte en un epicentro para turistas que buscan realizar procedimientos médicos. Esta tendencia, según estimaciones de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud (ADTS), no solo incrementa el flujo turístico, sino que también dinamiza la economía local.
Los datos revelan que este tipo de turismo, además del gasto en procedimientos médicos, implica un desembolso promedio de 7,500 dólares por turista, cubriendo alojamiento, alimentación y actividades recreativas. Según un estudio comparativo, República Dominicana se posiciona como el segundo destino en América Latina con el mayor gasto por turista, superado únicamente por Costa Rica.
Amelia Reyes, vicepresidenta de la ADTS, destaca que el turismo médico fortalece la reputación del país como destino confiable y competitivo en la industria turística global. Además, resalta que el 70% de estos turistas viajan acompañados, generando una derrama económica aún mayor.
En términos de ingresos, este segmento turístico aportó al país aproximadamente 1,321 millones de dólares en 2022, con proyecciones que indican un aumento significativo para los próximos años. Según la ADTS, se espera que la salud sea el principal motivador para más de medio millón de turistas hacia República Dominicana para el año 2028.
Los procedimientos más demandados van desde tratamientos odontológicos hasta cirugías plásticas y ortopédicas, atrayendo a pacientes internacionales en busca de servicios médicos a precios competitivos. Por ejemplo, en 2022, los implantes mamarios tuvieron un costo significativamente más bajo en comparación con otros destinos populares como Estados Unidos y México.
Sin embargo, los servicios no se limitan a procedimientos estéticos; también se realizan cirugías más complejas, como la colecistectomía, con un costo de hasta 26,000 dólares. Aun así, los servicios odontológicos destacan por su accesibilidad, con tratamientos que van desde blanqueamientos dentales hasta carillas estéticas a precios asequibles.
El turismo médico no solo representa una oportunidad económica para República Dominicana, sino que también consolida su posición como un destino de salud y bienestar de clase mundial. Con una oferta diversificada y competitiva, el país se perfila como un referente en esta industria en la región.
