Donald Trump se encamina a su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos con una ventaja significativa, controlando tanto la Cámara de Representantes como el Senado. Con una mayoría en el Colegio Electoral y un sólido apoyo popular, Trump tiene un respaldo considerable para su agenda «Estados Unidos primero». Este respaldo le permite impulsar reformas clave en temas como seguridad, inmigración y la economía, amparado en la legitimidad de su reelección.
El nuevo mandato de Trump estará marcado por un gobierno compuesto en su mayoría por aliados leales, con nombramientos como Marco Rubio en el Departamento de Estado, Matt Gaetz en el Departamento de Justicia, y Elon Musk en una agencia de eficiencia gubernamental. Con estos nombramientos y un Congreso mayoritariamente republicano, se espera que Trump tenga la flexibilidad de implementar cambios estructurales en varias áreas de la administración.
Además, Trump cuenta con el respaldo de una Corte Suprema reformada, que mantiene una mayoría conservadora de 6-3, y que podría consolidarse aún más en su segundo mandato. Esta ventaja en el poder judicial, sumada a la inmunidad otorgada a los presidentes en actos oficiales, le brinda un margen amplio para realizar reformas sin limitaciones significativas, afianzando su programa de gobierno.
