
La recién inaugurada Avenida Rafael Tomás Fernández Domínguez, antes conocida como la autopista San Isidro, en Santo Domingo Este, enfrenta problemas de tráfico caótico y riesgos para los ciudadanos, generados por la construcción de un muro entre las vías, según informan residentes y comerciantes de la zona.
El caos en el tránsito se intensifica con vehículos circulando en dirección contraria, y los ciudadanos se ven obligados a arriesgar sus vidas al cruzar la avenida, ya que solo hay un puente peatonal ubicado a varios kilómetros de distancia de algunas residencias.
José Brito, comerciante local, expresó su preocupación al señalar que la construcción del muro se realizó sin previo aviso y sin considerar entradas adecuadas, afectando así las reparaciones de su negocio. Aunque se logró abrir dos entradas tras protestas comunitarias, estas aún no están completas.
La falta de retornos o pasos peatonales cercanos afecta a varios sectores y residenciales, como Prado Oriental, Regina, Florivit, Pradera Tropical, Brisa Oriental III, IV y VIII, y Las Cayenas. Residentes de estos lugares deben recorrer distancias significativas para acceder a retornos y volver a sus hogares.
Rosa Félix, propietaria en el Residencial Las Cayenas, resalta la ausencia de un puente peatonal cerca del residencial, generando preocupación por la seguridad de los residentes que enfrentan vehículos en dirección contraria.
A pesar de la inauguración el 6 de diciembre, con un costo de 2,454 millones 300 mil pesos, la avenida aún está en proceso de construcción, y los residentes critican la decisión de inaugurarla sin estar completamente terminada. Comerciantes y residentes piden que, en futuras inauguraciones, se tome el tiempo necesario para verificar la finalización adecuada de los trabajos y dialogar con la comunidad afectada.