Los moradores de la calle 6 en el sector Arroyo Bonito, Manoguayabo, enfrentan una crisis debido a las aguas estancadas que invaden la vía desde hace aproximadamente dos años. Los drenajes obstruidos han transformado la calle en un pantano, causando grandes inconvenientes, especialmente durante la temporada de lluvias.
Juan Aguiar, residente de la calle, relata la angustia que sufren cada vez que llueve. «Desde que llueve media hora, el agua está a punto de entrar a nuestras casas. Es una desesperación constante,» explicó Aguiar. La situación ha empeorado debido a la falta de acción de las autoridades, a pesar de múltiples peticiones a la CAASD y al ayuntamiento. Ingenieros han visitado la zona, pero solo dejan promesas incumplidas.
Para Aguiar y sus vecinos, la vida se ha convertido en una batalla diaria contra el agua. Han tenido que construir caminos de bloques para poder transitar, temiendo que una inundación nocturna los sorprenda. «Podemos ahogarnos si el agua nos agarra de noche,» expresó con preocupación.
Los niños de la comunidad, ajenos al peligro, juegan en las aguas negras, exponiéndose a enfermedades. Glennys Méndez, otra residente, comenta cómo los mosquitos y el agua estancada han hecho la vida insoportable. «Uno no duerme tranquilo aquí. Los mosquitos lo pican por todos lados,» dijo Méndez, quien también ha perdido la esperanza de ver la calle seca algún día.
La llegada de la temporada ciclónica trae recuerdos traumáticos de las inundaciones del año pasado, que causaron grandes estragos en la comunidad. Los residentes temen que si no se soluciona el problema pronto, enfrentarán nuevamente situaciones de emergencia.
