Este año, la presencia dominicana en los Premios Lo Nuestro 2024 es más modesta de lo habitual, con solo siete artistas, la mayoría fuera del país, nominados en un total de 180. La falta de exponentes de la música urbana, merengue, salsa, bachata y pop ha generado preguntas sobre el rumbo de la música dominicana en premiaciones importantes.
Expertos en la industria musical, incluyendo a Alex Taylor, ingeniero de sonido y productor de música urbana; Manuel Ramón Vásquez «Manerra», músico y cantautor; Raphy D’Oleo, productor artístico y promotor de eventos; y Ramón de Jesús «Cachovi», promotor artístico, compartieron sus opiniones sobre las posibles causas de esta baja representación.
Taylor señaló que la ausencia de multinacionales dedicadas a la promoción y posicionamiento de artistas en otros mercados afecta la presencia en premiaciones internacionales. Destacó la importancia de un buen equipo de trabajo para lograr una representación significativa.
D’Oleo destacó dos causales fundamentales: el enfoque localista de las producciones musicales y la falta de un mercadeo efectivo en las plataformas de descargas virtuales. La música urbana dominicana, según D’Oleo, no traspasa las fronteras nacionales por sí sola y necesita colaboraciones internacionales y el respaldo de grandes consorcios para alcanzar una presencia significativa en premiaciones.
Manerra subrayó que competir a nivel mundial en la actualidad es un desafío, a pesar de la tecnología. Reconoció la excelencia y disciplina de los artistas dominicanos, pero señaló que posicionar un producto local en un mercado internacional tan competitivo requiere tiempo y esfuerzo.
Cachovi destacó el cambio en el modelo de trabajo en la industria musical, donde las grandes casas disqueras y plataformas realizan negocios con los artistas incluso por una sola canción. Indicó que los artistas tienen la posibilidad de hacer negocios directos con multinacionales sin depender de las disqueras.
En medio de estos desafíos y cambios en la industria musical, la representación dominicana enfrenta obstáculos para destacar en premiaciones internacionales, marcando un llamado a la adaptación y evolución en este competitivo escenario global.
