
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se perfila como candidato republicano para las elecciones de noviembre, ha delineado una política migratoria agresiva que va más allá del famoso muro fronterizo que caracterizó su presidencia entre 2017 y 2021.
En sus eventos de campaña, Trump ha adoptado una retórica fuertemente antimigratoria, llegando incluso a afirmar que los extranjeros «envenenan» la esencia de Estados Unidos. Sus propuestas incluyen desde deportaciones masivas hasta la construcción de centros de detención de gran envergadura para inmigrantes indocumentados.
Deportaciones masivas: Trump ha prometido llevar a cabo la «mayor operación de deportación» en la historia de Estados Unidos si regresa a la Presidencia. Esto implicaría el despliegue de las Fuerzas Armadas en la frontera para impedir la entrada de solicitantes de asilo y la deportación inmediata de aquellos que intenten cruzar. Trump ha citado como ejemplo la «Operación Wetback» de 1954, bajo la administración de Eisenhower, que resultó en la deportación de más de un millón de personas, en su mayoría mexicanos.
Centros gigantes de detención: La campaña de Trump ha sugerido la construcción de instalaciones de detención a gran escala, donde los migrantes esperarían para ser deportados en vuelos continuos. Aunque la legalidad de estos centros podría ser cuestionada en los tribunales, Trump ha prometido invocar leyes que otorgan al presidente poderes amplios en tiempos de guerra, utilizando precedentes de la Segunda Guerra Mundial para establecer centros de internamiento.
Separación de familias: Trump no ha descartado volver a separar a las familias de migrantes en la frontera, una política que implementó durante su mandato. Aunque reconoció que la idea suena dura, argumentó que desalentaría la migración. Durante su administración, miles de niños fueron separados de sus padres, una política que el gobierno actual está tratando de revertir.
La campaña de reelección de Biden ha denunciado estas políticas como «racistas, antiestadounidenses e ineficaces», mientras que Trump continúa defendiendo sus propuestas como medidas necesarias para proteger la soberanía y seguridad nacional de Estados Unidos.