
A los soldados Ybrailin Morillo y Julio Ángel Casanova se les impuso tres meses de prisión preventiva acusados de, presuntamente, haber vendido sus respectivos fusiles en Constanza, provincia La Vega.
La medida de coerción fue impuesta por el Juzgado de la Instrucción de Constanza.
Los fusiles, supuestamente vendidos, no han sido recuperados aún, ni arrestados los supuestos compradores de esas armas. Sin embargo, autoridades policiales y militares investigan el caso para dar con los responsables.
Uno de los acusados habría confesado que todo se trató de una “farsa”, ya que ambos vendieron los fusiles con los que rendían servicio militar en la fortaleza de Constanza.
Según versiones, los guardias vendieron los fusiles en 500 mil pesos y se inventaron que fueron asaltados por desconocidos.
Al ser presionados por superiores militares, uno de ellos “cantó” y culpó al otro de semejante patraña.