
En el corazón del ensanche Isabelita, se vive un clima de temor y desconfianza debido al incremento de actividades delictivas protagonizadas por grupos de menores delincuentes. Los residentes evitan hablar abiertamente sobre estas actividades por miedo a represalias y otras razones.
Entre los rumores que circulan en la comunidad se menciona la presunta participación de jóvenes haitianos en estas actividades delictivas junto a dominicanos. Aunque es difícil confirmar esta información, la presencia significativa de haitianos en el área ha generado especulaciones sobre su posible implicación, agregando incertidumbre a la tensa atmósfera del vecindario.
Los residentes relatan experiencias de inseguridad, como el incidente reciente en el que un comerciante resultó herido de bala durante un intento de robo. La sensación de peligro es palpable, obligando a muchos a tomar precauciones adicionales, como no portar teléfonos móviles fuera de casa debido al riesgo de robos.
A pesar del patrullaje policial frecuente en la zona, los residentes expresan su frustración al observar que muchas veces la intervención de las autoridades ocurre después de que los incidentes delictivos han tenido lugar. La comunidad espera medidas más efectivas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos en el barrio Isabelita.