La Policía Nacional inició un plan piloto de patrullaje con 1,150 agentes en 137 sectores del país, bajo un nuevo modelo que prioriza la planificación con base en datos, el uso de tecnología y una supervisión constante. Como parte clave de este esquema, los agentes estarán equipados con cámaras corporales cuyos videos podrán ser solicitados por la ciudadanía, salvo que comprometan procesos judiciales o la intimidad de las personas involucradas.
Este sistema, impulsado por el comisionado para la reforma policial, Luis García, introduce cambios en el abordaje ciudadano, el uso progresivo de la fuerza y la transparencia operativa. Los patrulleros tendrán formación específica, equipamiento moderno como armas no letales y supervisión en tiempo real gracias a tecnología GPS y una red de instructores en campo. Además, se organizarán reuniones semanales para rediseñar las rutas de patrullaje, según análisis de vulnerabilidad.
El nuevo modelo también contempla entrenamientos continuos, interoperabilidad con el 9-1-1 y el fortalecimiento logístico de la Policía. Según García, esta estrategia corrige fallas del sistema anterior, como la débil planificación, la escasa formación y el limitado equipamiento de los agentes. A esto se suma la finalización de una nueva ley orgánica de la institución, la cual pretende transformar su estructura y doctrina para ofrecer un servicio más eficiente, justo y moderno.
