Elon Musk, CEO de Tesla, se encuentra en el centro de una controversia tras realizar un gesto durante un discurso en el Capitol One Arena, el cual ha sido interpretado por algunos como un saludo nazi. Aunque Musk no ha aclarado su intención, sí se burló de las críticas a través de publicaciones en X, calificando los señalamientos de exagerados. “El ataque de ‘todos son Hitler’ está taaan agotador”, escribió en su perfil.
El gesto, que incluía el brazo extendido hacia afuera con la palma hacia abajo, ha sido celebrado por grupos de extrema derecha, mientras que organizaciones como la Liga Anti-Difamación (ADL) lo calificaron de «incómodo». Sin embargo, la ADL pidió cautela al interpretar las acciones de Musk y resaltó la necesidad de dar el beneficio de la duda en situaciones como esta.
Analistas y expertos en extremismo, como Jared Holt y Brian Levin, señalaron que, intencionado o no, el gesto tiene implicaciones serias. Algunos destacaron que figuras públicas como Musk tienen la responsabilidad de ser conscientes del impacto de sus acciones, especialmente en eventos de alta visibilidad. Mientras la polémica sigue, el debate sobre libertad de expresión y responsabilidad pública se intensifica.
