
No es necesario utilizar adjetivos altisonantes para describir la hazaña de Shohei Ohtani esta temporada, pues los mismos sobrarían a menos que usted quiera imitar a algunos políticos en campaña de verbo florido que muestran grandilocuencia usando decenas de epítetos para calificar individuos o acciones.
La tarde de ayer el nipón montó un espectáculo de primer nivel cuando realizó una de las proezas más extraordinarias en la historia del juego. Una escasa concurrencia de 15,548 fanáticos, normal en Miami, vio a Ohtani conectar tres jonrones, par de dobles, un sencillo, robar dos bases, empujar 10 carreras y anotar cuatro en una zurra propinada por los Dodgers a los dueños de la casa 20-4.
Vidal Bruján fue la última víctima del mejor y más significativo juego en la carrera del japonés hasta hoy. El dominicano subió al montículo en el noveno y permitió el tercer jonrón de Ohtani. Con su primer partido de tres vuelacercas se unió a peloteros que han conectado seis hits en un juego e impulsado 10 vueltas. Igualó el récord de las Mayores con cinco extrabases al tiempo de conquistar 17 almohadillas con sus batazos.
Su performance motivó un “curtain call”, raro para un jugador visitante y mucho menos en Loan Depot Park, territorio que puede pasarse sus 81 juegos sin hacer un llamado a salir de la cueva.
Shohei no sólo realizó una epopeya sin igual, 50-50 (robos y jonrones) sino que tuvo una de las mejores actuaciones individuales en un encuentro para un pelotero. Impuso marca de llevados al hogar para los Dodgers y superó el récord de jonrones del conjunto en una estación, en poder de Shawn Green (49) desde el-2001.
Las estafas lo permitieron cruzar el medio centenar (51) y sus tres recorridos completos fueron el 49, 50 y 51 en este curso. Los Dodgers, clasificados, tienen nueve juegos pendientes y tratarán de quedarse con el mejor registro de ganados y perdidos que comparten con los Filis de Filadelfia. Así que veremos a Ohtani ampliar aún más su heroicidad.
¿Hasta dónde es capaz de llegar esta máquina, que este año tiene 92 extrabases y 377 bases conseguidas con sus batazos?
Lo obtenido por el excepcional jugador no sólo garantiza que conquistará su tercer premio de Jugador Más Valioso, sino también que se orilla a Cooperstown y su llegada allí será cuestión de cumplir cinco años luego de su retiro, siempre que el destino permita que continúe accionando en el Big Show y cumplir la ciclópea tarea de lanzar y batear de la manera que lo ha hecho desde que llegó a América.
Ohtani se ha estafado 51 almohadillas en 55 intentos (92.7), asombroso por ciento de éxito, muy pocas veces logrado por jugadores con tantas tentativas. Sólo tres parejas de pitchers-cátchers han podido hacerle out, la última Blake Snell y Patrick Bailey, de los Gigantes, el 27 de julio, leyó bien, hace casi dos meses que no lo ponen fuera.
Nueve veces se ha hurtado la antesala, ningún receptor lo ha sacado cuando corre hacia esa base. El pitcher Cal Quantril, de los Rockies, lo atrapó en un viraje cuando lo intentaba el 1 de junio.
En 13 ocasiones ha disparado jonrón y robado bases en un partido, tiene 10 choques de múltiples estafas, incluyendo dos de tres, dos juegos de dos cuadrangulares y uno de tres.
Su performance de este jueves casi le asegura los títulos en anotadas (123 por 115 Corbin Carroll), empujadas (120 por 109 Willy Adames) y tiene en los bolsillos los encasillados de extrabases (92), slugging (.629), total de bases (377), OPS (1.005), una temporada no sólo de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, sino de Jugador del Año de las Grandes Ligas, sin importar las molestias que pueda causar por estos lares a quienes no suelen respetar el “momentum”.