La esperada versión de acción real de Blancanieves, dirigida por Mark Webb y protagonizada por Rachel Zegler, debuta en cines con un aluvión de controversias. Aunque Disney prometió una reinvención moderna del clásico de 1937, los cambios han sido principalmente estéticos, como la inclusión de una actriz de origen latino y la transformación del príncipe en un ladrón al estilo Robin Hood. Sin embargo, la trama mantiene gran parte de la estructura original, incluyendo la presencia de los icónicos enanitos, ahora creados digitalmente.
El filme ha sido objeto de críticas desde su anuncio, con Zegler en el centro de la polémica por sus declaraciones sobre el mensaje de la versión original y sus comentarios políticos. Además, la decisión de Disney de sustituir a los enanitos reales con personajes generados por computadora ha generado reacciones encontradas, incluyendo la de Peter Dinklage, quien cuestionó la coherencia del enfoque «progresista» del estudio.
A pesar de su gran presupuesto y su llamativa estética visual, la promoción ha sido limitada y las expectativas de taquilla son moderadas. Según medios especializados, se estima que el estreno en Estados Unidos no superará los 50 millones de dólares en su primer fin de semana, una cifra distante de los éxitos previos de Disney en el género de acción real, como El rey león.
