
Mark Carney, exgobernador de los bancos centrales de Canadá e Inglaterra, se convirtió en el nuevo líder del Partido Liberal y asumirá el cargo de primer ministro canadiense. Su llegada al poder ocurre en medio de una crisis económica y política, tras la caída de popularidad de Justin Trudeau y el aumento de tensiones con Estados Unidos debido a los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump. Carney ha asegurado que su experiencia en gestión de crisis lo hace el candidato ideal para enfrentar estos desafíos.
Carney, de 59 años, ha sido reconocido por su liderazgo durante la crisis financiera global de 2008 y el Brexit. Su ascenso en la política canadiense se aceleró tras la renuncia de Chrystia Freeland y la decisión de Trudeau de abandonar el liderazgo del Partido Liberal. Ahora, su principal tarea será estabilizar la economía y preparar al partido para unas elecciones anticipadas que podrían celebrarse en abril.
En su primer discurso como líder liberal, Carney dejó claro que no cederá ante la presión de Trump y defenderá la soberanía de Canadá. Con una metáfora del hockey sobre hielo, advirtió que el país está listo para la confrontación comercial con Estados Unidos. “No buscamos esta pelea, pero Canadá nunca será parte de Estados Unidos”, afirmó con determinación.