En declaraciones recientes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reafirmó que la ayuda proporcionada por su país a naciones extranjeras no debe ser vista como caridad, sino como una herramienta estratégica para promover los intereses nacionales estadounidenses. Rubio hizo hincapié en que las decisiones de cancelar ciertos contratos en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) responden a la necesidad de alinear estas iniciativas con la política exterior de la nación.
«La ayuda exterior no es caridad. Está diseñada para promover el interés nacional de Estados Unidos», afirmó Rubio durante su intervención. Explicó que algunas de estas cancelaciones fueron consideradas «absurdas» y «escandalosas», ya que no servían a los intereses estratégicos del país. Sin embargo, señaló que otras iniciativas continuarán operando bajo el paraguas del Departamento de Estado, con el objetivo de integrarlas más efectivamente en la política exterior estadounidense.
Rubio también argumentó que estas medidas buscan evitar que la ayuda internacional sea percibida como una acción independiente del gobierno, enfatizando la importancia de alinear estos recursos con los objetivos diplomáticos y estratégicos de Estados Unidos a nivel global.
