
Llegó el momento de la gran verdad tanto en la Conferencia Americana como en la Nacional de camino al Super Bowl en Las Vegas.
¿Quién se queda con el título y el boleto al Super Bowl del 11 de febrero en Las Vegas? Baltimore Ravens, que frente a Houston Texans debutó con contundencia en los Playoffs, tendrá un cruce de alto voltaje contra Kansas City Chiefs, conjunto que eliminó a Buffalo Bills.
Lamar Jackson hizo una fenomenal temporada regular y guio a los Ravens al mejor récord de la liga (13-4). Su producción probablemente le entregue su segundo MVP. Sin embargo, el quarterback lo que quiere es el anillo. Y para lograrlo aún le faltan pasos importantes. Este, en el M&T Bank Stadium, presenta una prueba de fuego para el número 8. Contra los texanos mostró una producción de alto nivel: terminó con 152 yardas por aire, 100 por tierra y 4 TD totales en el 34-10.
Kansas City afrontó su primer partido como visitante en Playoffs en la era Patrick Mahomes y se quedó con un triunfo grande en la casa de Buffalo Bills por 27-24. Ahora, una vez más, deberá presentarse fuera de su estadio. Pese a tener menos nombres propios que en pasadas temporadas (sobre todo entre los receptores), los dirigidos por Andy Reid están nuevamente a las puertas de un Super Bowl. La defensa se ha vuelto una de las claves de la campaña.
Este será el segundo duelo en postemporada entre dos equipos que tienen como único antecedente lo que sucedió en enero de 2011: en Arrowhead, los Ravens brillaron por 30-7 con 2 touchdowns de Joe Flacco y 3 intercepciones a Matt Cassel. Ese año se quedaron con el anillo.
Por el lado de la Conferencia Nacional, la eliminación de Philadelphia Eagles en la Ronda de Comodines dejó vacante el trono y en 2024 habrá nuevo campeón. En el Levi’s Stadium de Santa Clara, San Francisco 49ers recibirá a Detroit Lions el domingo 28 de enero. El local llega de sufrir con Green Bay Packers en un triunfo agónico, mientras que los Lions eliminaron a los Tampa Bay Buccaneers.
El pase a la Ronda de Campeonato dejó a San Francisco conforme, pero con el amargo sabor de haber sufrido más de la cuenta. El equipo, que sufrió la lesión de Deebo Samuel, sintió la ausencia del receptor y vio una pobre versión de Brock Purdy, a quien se lo vio desconectado por momentos. Los dirigidos por Kyle Shanahan son conscientes de que deberán elevar su nivel para llegar una vez más al Super Bowl.
Detroit Lions, por su parte, disfruta de una temporada soñada. Hace 32 años que no ganaba un partido de postemporada y ahora está a un triunfo de jugar el primer Super Bowl de su historia. El equipo quiere salir de la lista de los que nunca estuvieron en uno (la comparte con Cleveland Browns, Jacksonville Jaguars y Houston Texans). Liderados por Jared Goff, Aidan Hutchinson y Amon-Ra St. Brown, los rookies Sam Laporta y Jahmyr Gibbs son sus grandes revelaciones de la campaña.