
Desde la madrugada de ayer, intensas lluvias acompañadas de fuertes vientos han afectado el Gran Santo Domingo, provocando inundaciones, interrupciones eléctricas y congestión en el tráfico. La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) informó que estas condiciones climáticas persistirán durante las próximas 24 a 48 horas.
En Los Alcarrizos, la Defensa Civil reportó el desprendimiento de varias hojas de zinc debido a los vientos, aunque no se registraron víctimas. Las provincias más afectadas incluyen Barahona, Pedernales, Independencia, Azua, San José de Ocoa, Peravia, Bahoruco, Santo Domingo, Distrito Nacional y San Pedro de Macorís, todas en alerta amarilla según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). Otras provincias, como La Romana, El Seibo, Sánchez Ramírez, Monte Plata, Duarte, La Altagracia, Hato Mayor, Samaná, La Vega y Monseñor Nouel, están en alerta verde.
El director del COE, Juan Manuel Méndez, instó a la población a mantenerse alerta ante posibles inundaciones urbanas, crecidas de ríos, arroyos, cañadas y desprendimientos de tierra. Onamet explicó que la vaguada al suroeste del país está generando un alto contenido de humedad e inestabilidad en la atmósfera.
El tráfico se ha visto particularmente afectado en la capital, especialmente en el desnivel de la avenida 27 de Febrero con Núñez de Cáceres. El Ministerio de Obras Públicas ha iniciado trabajos de construcción de filtrantes para mitigar las inundaciones en esa área.
Las interrupciones eléctricas también han sido frecuentes. Edesur indicó que las condiciones meteorológicas y la intensa ola de calor han desafiado la infraestructura eléctrica, pero los técnicos están trabajando para restablecer el servicio lo antes posible.
En 2023, República Dominicana experimentó «niveles extremos» de lluvias, con un promedio de 264.06 milímetros, comparado con años anteriores. Este incremento en las precipitaciones ha sido atribuido a factores naturales y actividades humanas, según un informe de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).