El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresó su preocupación por lo que denominó una «oligarquía emergente» durante su discurso de despedida, pocos días antes de que Donald Trump asuma el cargo. Desde el Despacho Oval, Biden advirtió sobre la concentración extrema de riqueza y poder, la cual, según él, amenaza los principios democráticos y la igualdad de oportunidades en el país.
El mandatario de 81 años, quien completará un solo mandato, destacó los logros de su gestión, incluyendo la creación de empleo, avances en política internacional y el fortalecimiento de alianzas estratégicas como la OTAN. Sin embargo, enfatizó que el futuro de la democracia estadounidense depende de la participación activa de su ciudadanía y llamó a los ciudadanos a ser «guardianes» de las instituciones y valores que sostienen la nación.
Biden cerró su intervención recordando que el poder presidencial no debe ser ilimitado, subrayando los riesgos de una concentración excesiva de influencia. Hizo un llamado a la unidad y la fe en los ideales fundacionales de Estados Unidos, animando a la población a preservar el espíritu democrático y la cohesión social.
