Las autoridades haitianas han expresado su preocupación por la falta de seguridad en la frontera con República Dominicana, lo que ha facilitado el tráfico de armas. Un reciente cargamento con 36,000 cartuchos y rifles de alto calibre fue incautado en el puerto de Haina, con destino a Haití. Según fuentes, el país carece de equipos como escáneres para detectar este tipo de mercancía, lo que agrava la situación.
A pesar de la inversión en seguridad y en la Policía Nacional Haitiana, el control de bandas armadas sobre Puerto Príncipe sigue siendo alarmante. Más del 80% de la capital está dominado por estos grupos, responsables de miles de muertes y del éxodo de más de un millón de personas en los últimos años. La falta de personal policial en la frontera, con apenas 600 agentes para 392 kilómetros, deja al país vulnerable a la entrada de armas y municiones provenientes de redes internacionales.
El líder de una de las principales bandas, Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, ha reconocido públicamente que la compra de armas es un negocio activo en Haití. Además, informes señalan que contrabandistas utilizan rutas marítimas y terrestres, pasando por República Dominicana, para abastecer a los grupos armados. Ante este panorama, expertos advierten sobre el riesgo de un colapso total de la seguridad en Haití si no se implementan medidas más estrictas en sus puntos de entrada.
