
El sector agropecuario dominicano se enfrenta a la creciente presión de ser más productivo y sostenible a medida que la población aumenta y las demandas ambientales se intensifican. Rodrigo Castañeda, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país, hizo esta observación durante el evento Encuentro Verde.
A pesar de estos desafíos, Castañeda señaló que el presupuesto del Ministerio de Agricultura sigue siendo insuficiente, a pesar de las crecientes responsabilidades del sector. Esta dicotomía se refleja en toda la industria agroalimentaria, que se ve presionada por cuestiones ambientales y de producción.
En respuesta a estas preocupaciones, la FAO lanzó un proyecto piloto entre 2020 y 2022 para promover la ganadería climáticamente inteligente en colaboración con el Banco Agrícola y los Ministerios de Agricultura y Medio Ambiente. Este proyecto tenía como objetivo que los ganaderos adoptaran prácticas de adaptación al cambio climático, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y capturando metano y CO2 mientras aumentaban sus ingresos.
El proyecto se implementó en ocho provincias en la cuenca del río Yuna, con la participación de más de 700 productores. Las mejoras incluyeron la calidad del pasto, la alimentación y la genética del ganado, así como la gestión más eficiente de los desechos y la conservación del suelo y el agua. Se instalaron paneles solares y cercas eléctricas, y se llevó a cabo la reforestación.
Los resultados fueron notables: la producción de leche aumentó en un 31% en dos años, lo que equivale a 1.7 litros adicionales por vaca por día. Los ingresos de los ganaderos aumentaron en un 35%, las emisiones de CO2 por litro de leche disminuyeron en un 30% y se capturaron 11,000 toneladas de carbono.
El proyecto buscaba lograr un equilibrio entre las emisiones y la captura de carbono, y este objetivo se alcanzó de manera exitosa. Esto representa una contribución real a la adaptación al cambio climático en la República Dominicana.
Dado el éxito de esta iniciativa, se ha ampliado y se está desarrollando una línea de crédito en colaboración con el Banco Agrícola, que ofrecerá tasas bajas para que más ganaderos puedan adoptar prácticas sostenibles y contribuir a la reconversión verde del sector.