Todos hemos visto alguna vez a algún aficionado haciendo una gran atrapada en un juego de béisbol. Pero lo que hizo un fanático en la zona sur de Chicago en el juego de la noche del jueves entre los Atléticos y los Medias Blancas fue impresionante… por varias razones.
Cuando el bateador de Oakland, Brent Rooker, conectó un largo elevado entre el jardín central y el izquierdo en la sexta entrada, los aficionados de las gradas del Guaranteed Rate Field se prepararon para esperar el proyectil que se aproximaba hacia ellos. Una vez descendió la pelota, un hombre – vestido con una camiseta de Ricky “Cosa Loca” Vaughn- estaba en una posición privilegiada para quedarse con el recuerdo.
El problema era que en una mano llevaba un plato de comida y en la otra no tenía guante. Pero ahí reside la grandeza de esta historia.
Primero, atrapó la bola con la mano limpia, y además de aire, una conexión que salió disparada del bate de Rooker con una velocidad de salida de 103.8 mph, según Statcast.
Pero además, tuvo que estirar la mano derecha de un lado a otro para poder hacer la jugada. Si la pelota hubiera estado un poco más a su derecha, todo habría sido mucho más fácil.
Y por último, por lo que podemos ver, no derramó su comida. Cualquier campocorto de manos suaves, el fluido movimiento para amortiguar la pelota dejó intacta la comida que llevaba en un pequeño “bowl”.
Bravo, fanático del juego Atléticos-Medias Blancas. Bravo.
