Un grupo de haitianos ha sido observado extrayendo arena del río Masacre en la frontera norte, transportándola en camiones hacia Haití. La actividad, que lleva más de cuatro años realizándose, implica un constante movimiento de vehículos pesados que cargan la arena extraída por los trabajadores haitianos, afectando la biodiversidad y provocando graves daños ambientales.
Los haitianos utilizan cubetas para extraer la arena del río y luego la amontonan en la orilla antes de cargarla en los camiones para su comercialización en zonas de Juana Méndez y otras áreas aledañas en Haití. Esta práctica ha sido denunciada por varios expertos, quienes advierten sobre el riesgo de destruir el río Masacre.
El catedrático Francisco Estévez lamentó la inacción de las autoridades dominicanas y haitianas frente a esta situación, señalando los efectos negativos que ya se están sintiendo. El ambientalista Juan Cordero también expresó su preocupación, destacando que esta actividad, junto con la construcción de un canal en el lado haitiano, podría secar el río, afectando la agricultura y la ecología de la región.
La extracción de arena viola tratados y acuerdos internacionales, como el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929 y el Acuerdo Fronterizo de 1935. Gonell Franco, defensor ambientalista, enfatizó la necesidad de un convenio entre los ministerios de Medio Ambiente de ambos países para frenar el daño ambiental.
Además, la construcción del canal en el lado haitiano ha disminuido los volúmenes de agua del río, a pesar de los esfuerzos del gobierno dominicano para habilitar el canal de La Vigía y prometer la construcción de la presa Don Miguel. Hasta ahora, no se ha llegado a un acuerdo entre las autoridades haitianas y dominicanas para regular esta situación.
