
Una exasistente personal de Sean “Diddy” Combs, que testifica bajo el seudónimo de «Mia», afirmó ante un tribunal federal en EE.UU. que fue manipulada psicológicamente por el magnate musical, lo que la llevó a mantener contacto afectuoso con él incluso años después de haber sido supuestamente agredida sexualmente. Mia dijo que fue víctima de una especie de “lavado de cerebro” y que su percepción estaba distorsionada por el entorno de poder y control en el que trabajó.
Durante el interrogatorio, el abogado defensor del artista confrontó a la testigo con mensajes y recuerdos que ella le compartió a Combs entre 2017 y 2020, incluyendo sueños en los que él la “rescataba”. La mujer explicó que su confusión emocional surgía de una dinámica laboral extrema, donde los momentos felices se entremezclaban con agresiones esporádicas, lo que afectó su capacidad de distinguir lo dañino de lo supuestamente afectuoso.
El juicio, que ya entra en su cuarta semana, ha estado marcado por intercambios tensos entre la defensa y la fiscalía. La fiscal adjunta acusó al abogado de Combs de hostigar a la testigo con preguntas basadas en publicaciones antiguas en redes sociales. Mientras tanto, el juez permitió continuar el interrogatorio, aunque advirtió contra el uso excesivo de ese enfoque. Mia, por su parte, declaró que decidió hablar tras conocer otras denuncias contra Combs, asegurando: “Nunca he mentido en este tribunal”.