El empresario Elon Musk anunció su retirada del financiamiento político tras la derrota del candidato que respaldó en las recientes elecciones para la Corte Suprema de Wisconsin, donde invirtió decenas de millones de dólares sin éxito. El aspirante conservador Brad Schimel, apoyado abiertamente por Musk, perdió por un amplio margen, lo que marcó el cierre de una campaña intensamente mediática y costosa, considerada la más cara en la historia judicial de Estados Unidos.
El fundador de Tesla y X (antes Twitter) había tomado un rol protagónico en la campaña, incluso apareciendo personalmente en eventos, donando dinero a votantes e impulsando su movimiento “Pueblo vs. Musk”. Su implicación también se extendía a su rol dentro del gobierno de Trump, desde donde dirigía el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de implementar recortes drásticos al gasto federal. Sin embargo, su popularidad se desplomó tras la derrota, según encuestas recientes.
Aunque Musk ha dicho que invertirá “mucho menos” en política, tanto analistas republicanos como demócratas advierten que su salida podría ser temporal o simplemente un cambio de estrategia. Mientras tanto, en Wisconsin, los demócratas celebran su derrota como una victoria del pueblo frente al poder del dinero. La Corte Suprema estatal se mantendrá bajo control liberal hasta por lo menos 2028, gracias a este revés para el multimillonario.
