
El empresario Elon Musk podría estar cerca de abandonar su puesto en Washington, mientras el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) se encuentra en proceso de desmantelamiento. Musk, quien fue contratado como empleado especial del gobierno de Estados Unidos, solo puede trabajar 130 días dentro de un período de 365 días, lo que ha generado especulaciones sobre su pronta salida. Al respecto, el presidente Donald Trump comentó que «en algún momento, él va a volver» a enfocarse en sus empresas.
La posible disolución del DOGE se ha acelerado con la reubicación de sus empleados en diversas agencias federales, en un intento por continuar la reducción de costos impulsada por Musk y Trump. Además, la derrota del candidato respaldado por Musk en las elecciones para la Corte Suprema de Wisconsin y la caída del 13 % en las ventas de Tesla han debilitado la posición del magnate en la esfera política.
Si bien el DOGE fue diseñado para operar hasta 2026, su final podría llegar antes de lo previsto. Trump ha elogiado el trabajo de Musk, pero dejó entrever que la iniciativa podría no continuar sin él. A pesar de las críticas a las cifras de ahorro del DOGE, el impacto de Musk en Washington ha sido innegable, aunque su permanencia en el gobierno sigue siendo incierta.