
Elizabeth Silverio fue sentenciada a siete años de prisión por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, tras ser hallada culpable de falsificar títulos académicos y ejercer ilegalmente como neurocientífica. Durante el juicio, varios testigos afirmaron haber visto los diplomas fraudulentos exhibidos por Silverio, así como informes de evaluación que realizaba bajo la falsa calidad de doctora en el centro pedagógico Kogland, donde atendía a menores de edad con trastornos del espectro autista. Además, se presentó evidencia de que utilizaba un sello que la identificaba como doctora con un exequátur inexistente.
El tribunal determinó que Silverio cometió uno de los casos más comunes de estafa al presentarse como médico y evaluar a los menores sin la cualificación requerida. Además, las universidades cuyos diplomas ella exhibía, como Cambridge y West Indies University, negaron tener registros de su paso por esas instituciones. La sentencia también incluye una indemnización de dos millones de pesos a cada una de las nueve familias afectadas por su conducta.
La condena establece que Silverio deberá cumplir su pena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres, en San Cristóbal. También se le impuso el pago de los costes judiciales del proceso, sumado a las indemnizaciones por los daños causados a los menores y sus familias.