El telescopio espacial Hubble, operado conjuntamente por la NASA y la ESA, ha capturado una imagen detallada de la galaxia enana irregular NGC 5238, ubicada a 14,5 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Canes Venatici. A simple vista, la galaxia parece una mancha estelar, pero esconde una estructura compleja que ha atraído la atención de los astrónomos.
La imagen revela que el Hubble puede distinguir numerosas estrellas dentro de NGC 5238, así como sus cúmulos globulares asociados, visibles como puntos brillantes. Los astrónomos creen que esta galaxia pudo haber tenido un encuentro cercano con otra galaxia hace aproximadamente 1.000 millones de años, lo cual distorsionó su forma actual.
La interacción gravitacional entre ambas galaxias habría causado las distorsiones observadas en NGC 5238. No se ha identificado ninguna galaxia cercana que pudiera haber provocado esta perturbación, por lo que se teoriza que NGC 5238 pudo haber absorbido una galaxia satélite más pequeña. Los astrónomos están examinando la población estelar de NGC 5238 en busca de indicios de esta galaxia devorada.
Uno de los indicios sería la presencia de grupos estelares con propiedades distintas a las estrellas de NGC 5238, lo que sugeriría su formación en una galaxia diferente. Otra señal podría ser un estallido de formación estelar que coincidiera con el momento de la fusión galáctica.
Los datos obtenidos por el Hubble ayudarán a los astrónomos a desentrañar la historia de NGC 5238. A pesar de su tamaño reducido y apariencia poco llamativa, galaxias enanas como esta son cruciales para comprender la formación y evolución de las galaxias.
Una de las teorías principales sobre la evolución galáctica sugiere que las galaxias se formaron «de abajo hacia arriba», comenzando con pequeños cúmulos de estrellas y galaxias que se ensamblaron gradualmente en estructuras más grandes. La fusión de NGC 5238 con una compañera más pequeña es el tipo de evento que podría haber desencadenado el ensamblaje de galaxias en el universo primitivo.
Las observaciones del Hubble sobre NGC 5238 pueden poner a prueba algunas de las ideas más fundamentales sobre la evolución del universo.
