
La lucha contra el cáncer infantil en República Dominicana no solo implica enfrentar una enfermedad devastadora, sino también superar grandes obstáculos logísticos y económicos. Familias de escasos recursos deben atravesar largas distancias en motoconchos, guaguas y hasta caminando para llegar a los hospitales donde reciben tratamiento. La Leucemia Linfoblástica Aguda es el tipo de cáncer más frecuente en niños del país, y obtener un diagnóstico certero puede requerir visitas a múltiples centros de salud antes de acceder a una atención especializada.
Historias como la de Lisbel Susana, de 11 años, quien superó la leucemia tras años de sacrificios familiares, reflejan la dura realidad de muchos hogares. Su madre, una maestra de San Cristóbal, tuvo que madrugar diariamente para transportarla en diversos medios hasta el hospital. De igual forma, Daire Villanueva, un niño de tres años con retinoblastoma, recorrió siete centros médicos antes de obtener un diagnóstico preciso, mientras que Florelis González, de nueve años, aún sigue en tratamiento tras recibir sesiones de quimioterapia y radioterapia.
El apoyo de fundaciones como FACCI y la cobertura de SENASA han sido claves para muchas familias, pero los costos adicionales en transporte y alimentación siguen representando una carga pesada. En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil, se resalta la necesidad de mayor acceso a servicios de salud y programas de apoyo para que más niños puedan recibir atención sin que sus familias se vean obligadas a enfrentar enormes dificultades económicas y logísticas.