Hace exactamente 22 años, el mundo fue testigo de un evento que dejó una huella imborrable en la historia de Estados Unidos y el planeta entero. El 11 de septiembre de 2001, un día que será recordado para siempre, dos aviones comerciales se estrellaron contra las majestuosas Torres Gemelas del World Trade Center en el corazón de Manhattan, Nueva York.
La mañana del martes 11 de septiembre de 2001, a las 8:46 a.m., el vuelo 11 de American Airlines, un Boeing 767, impactó la Torre Norte del World Trade Center. En un principio, se creyó que era un trágico accidente, pero apenas 17 minutos después, a las 9:03 a.m., el vuelo 175 de United Airlines, otro Boeing 767, golpeó la Torre Sur.
Estos impactos devastadores, seguidos por feroces incendios, desataron una confusión indescriptible, dejando a miles de personas atrapadas en las torres mientras luchaban desesperadamente por escapar.
Los valientes equipos de rescate y bomberos se dirigieron de inmediato al lugar, enfrentando una emergencia que crecía a cada segundo. Pero, en cuestión de minutos, las emblemáticas Torres Gemelas, símbolo de Nueva York y de los Estados Unidos, se convirtieron en una visión de destrucción y humo, desafiando toda descripción.
A pesar de los esfuerzos sobrehumanos de los servicios de emergencia, la magnitud de la tragedia resultó en la pérdida de alrededor de 2,977 vidas, incluyendo no solo a estadounidenses, sino también a personas de más de 90 países, entre ellas 25 dominicanos.
Recientemente, después de 22 años, se ha revelado que los restos de dos víctimas de este atentado pudieron ser identificados mediante pruebas de ADN. Sin embargo, sus nombres permanecerán en el respetuoso anonimato, como lo solicitaron sus familias.
En este arduo proceso de identificación, se estima que más de 1,000 víctimas aún no han podido ser identificadas. El inmenso fuego, el colapso del acero y el polvo espeso hicieron que nunca se encontrara rastro de ADN de cientos de seres queridos perdidos.
Ante la magnitud de esta tragedia, Estados Unidos y el mundo entero se unieron en un acto de solidaridad y resiliencia. Los equipos de rescate trabajaron incansablemente durante semanas en la «Zona Cero», buscando sobrevivientes y recuperando los restos de las víctimas.
En el mismo lugar donde una vez se alzaron las majestuosas Torres Gemelas, se estableció el Museo y Memorial del 11 de septiembre. Este lugar se erige como un homenaje y un espacio de reflexión en memoria de lo sucedido. Cada año, en esta fecha, Estados Unidos y, en especial, la ciudad de Nueva York, realizan conmovedores actos para honrar la memoria de las víctimas y recordar el día que cambió al mundo para siempre.
