
Según un estudio del British Antarctic Survey, el deshielo de la Antártida Occidental y la subida del nivel del mar son inevitables, pero se pueden mitigar manteniendo el calentamiento global por debajo de 1,5 grados Celsius. Esto permitiría a las comunidades costeras tener hasta 50 años para adaptarse a los cambios.
Incluso en el mejor de los casos, con un aumento de la temperatura global de solo 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, el deshielo se aceleraría y resultaría en una subida del nivel del mar de cinco metros a nivel global en el transcurso de este siglo. Esta situación afectaría a millones de personas que viven cerca de la costa en todo el mundo.
El estudio destaca la importancia de reducir las emisiones para frenar los efectos del cambio climático a largo plazo. Aunque el deshielo es inevitable, una reducción en el ritmo de la subida del nivel del mar facilitaría la adaptación de gobiernos y sociedades a esta nueva realidad.
La investigadora Kaitlin Naughten señala que, a pesar de estas predicciones preocupantes, es esencial seguir reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles para minimizar el impacto del cambio climático en el futuro.
Este estudio brinda una visión crítica de la situación, pero también enfatiza la importancia de tomar medidas para abordar el cambio climático y sus efectos en la Antártida y el mundo entero.