
La propietaria del apartamento 901 en la torre Da Silva 3, ubicada en el sector Piantini del Distrito Nacional, aún no ha sido citada por la Fiscalía, a pesar de su vinculación con el caso de envenenamiento que resultó en la muerte de dos personas de una familia que residía en el piso inferior.
Karina Baussan, la propietaria del apartamento, afirma que no tuvo control sobre la fumigación que provocó el envenenamiento de la familia, y que solo la oración y su fe en Dios le han permitido seguir adelante.
Aunque se mencionó su nombre en la solicitud de medida de coerción contra el fumigador Georges Antoine Thevenet, quien fue acusado de realizar la fumigación de manera negligente, los abogados de Baussan aseguran que aún no ha sido requerida por las autoridades.
En una declaración jurada, Baussan explicó que contrató a Thevenet para resolver un problema de carcoma reportado por su inquilina, Andrea Pimentel. Sin embargo, sostiene que no tenía control técnico sobre el proceso de desinfección.
El Ministerio Público acusa a Thevenet de realizar la fumigación sin notificar a otros residentes del edificio, lo que provocó la exposición al plaguicida y el posterior envenenamiento de la familia que vivía en el piso inferior. La propietaria asegura haber pagado $300 por el servicio y colaborar con las autoridades para esclarecer el incidente. Baussan, de origen puertorriqueño, reside en Florida desde hace ocho años.