
El director del FBI, Christopher Wray, instó al Congreso este martes a renovar una ley clave que permite la vigilancia de extranjeros fuera de los Estados Unidos, evitando así un «desarme unilateral» cuando expire a finales de diciembre.
La Sección 702 de la ley de vigilancia de inteligencia extranjera (FISA por sus siglas en inglés) autoriza a las agencias de inteligencia a acceder a comunicaciones de extranjeros en el extranjero sin necesidad de una orden judicial. Wray subrayó su importancia para monitorear a aquellos «que representan una amenaza para la seguridad nacional», especialmente en un contexto de creciente riesgo, destacando eventos recientes como el ataque de Hamás en Israel.
Utilizada para abordar amenazas como el terrorismo, la piratería informática y el tráfico de drogas, la Sección 702 ha sido una herramienta esencial en la lucha contra el fentanilo y otras actividades ilícitas. Sin embargo, algunos legisladores expresan reticencias, preocupados por la posibilidad de obtener información de ciudadanos y empresas estadounidenses incidentalmente.
El debate en el Congreso refleja tensiones políticas, con algunos republicanos, cercanos al expresidente Donald Trump, desconfiando del FBI, al considerarlo politizado y parcial. A pesar de las críticas y los informes de abusos, el presidente demócrata Joe Biden y un panel independiente han respaldado la continuidad de la ley, aunque reconocen la necesidad de reformas.
Wray asegura haber implementado reformas significativas, mejorando la formación, aumentando la supervisión y la aprobación, y estableciendo medidas de responsabilidad. Aunque algunos informes desclasificados señalaron errores anteriores, Wray destacó que los datos más recientes indican el cumplimiento de las nuevas medidas.
El director del FBI se comprometió a continuar trabajando con el Congreso para proteger la privacidad de los ciudadanos estadounidenses mientras se mantiene la eficacia de la ley de vigilancia. El debate sobre la renovación de esta legislación clave continuará siendo un tema de interés y discusión en el ámbito legislativo estadounidense.