
La industria del turismo en la República Dominicana se ha caracterizado históricamente por contratar mano de obra extranjera, especialmente en las etapas iniciales de construcción y operación de hoteles, bares y restaurantes. Según el Instituto Nacional de Migración, en 2021, se registraron 19,245 trabajadores extranjeros en este sector, de los cuales 12,227 trabajaban de manera informal, representando un 63.5% de la fuerza laboral en ese año.
Uno de los principales desafíos que enfrenta este sector es la presencia de trabajadores en situación migratoria irregular y la evasión de impuestos por parte de los empleadores. Aunque la contratación de extranjeros en empleos formales se incrementó significativamente entre 2016 y 2019, con un aumento de casi cinco veces (de 1,971 a 9,054 personas), en 2020 se experimentó una desaceleración debido al cierre de actividades hoteleras. En 2021, se contabilizan 7,018 trabajadores extranjeros en el sector turístico, siendo venezolanos y haitianos los grupos más numerosos, con 3,650 y 3,377 empleados, respectivamente.
La mano de obra extranjera en el sector turismo se divide entre empleos formales e informales, siendo este último más predominante. En 2021, se registraron 9,924 empleados haitianos (56.6%), 4,640 venezolanos (37.9%) y un 5.4% de otras nacionalidades (664 personas) trabajando de manera informal.
El informe también destaca que los trabajadores haitianos fueron los primeros inmigrantes en ingresar al sector turismo y continúan siendo parte fundamental, especialmente en proyectos de desarrollo en Punta Cana y Bávaro. A pesar de esto, hasta marzo de 2022, solo el 7.8% de los trabajadores registrados en la Tesorería de la Seguridad Social en el subsector de Hoteles, Bares y Restaurantes eran extranjeros, lo que representa un 1.62% del total de inmigrantes en el sistema.
La contratación de mano de obra extranjera en el sector turismo varía según el tipo de establecimiento. Hoteles pequeños, bares y restaurantes suelen emplear personal no técnico o básico, como cocineros y camareros. En contraste, hoteles medianos y grandes requieren empleados para puestos más administrativos y técnicos, así como trabajadores de otras nacionalidades para funciones de camarero y cocinero.
Ante esta situación, el Instituto Nacional de Migración ha recomendado la realización de estudios proyectivos para cuantificar la mano de obra requerida, la elaboración de políticas públicas que regularicen a los trabajadores extranjeros, la unificación de bases de datos, el fortalecimiento de servicios en zonas donde residen empleados del sector y el fomento del diálogo entre instituciones para identificar necesidades de mano de obra. Además, se aboga por realizar un análisis sociodemográfico para comprender las condiciones de vida de la población que trabaja en la industria turística.