Los adquirientes de viviendas en República Dominicana están solicitando mayores facilidades para afrontar el peso del pago inicial de las propiedades, en medio de los programas gubernamentales y las gestiones del sector privado para impulsar la construcción de viviendas asequibles.
Uno de los principales reclamos de los compradores es la proporción del pago inicial en relación con sus ingresos familiares, señalando que en otros países este porcentaje es considerablemente menor. En República Dominicana, la falta de detalles específicos en las leyes sobre este tema genera incertidumbre, aunque se reconoce un incentivo estatal a través del bono por primera vivienda.
El Banco de Reservas ha extendido sus programas de vivienda a dominicanos residentes en Estados Unidos y próximamente a España, ofreciendo financiamientos de hasta el 90 % del valor de la propiedad con tasas preferenciales y plazos de hasta 30 años. Sin embargo, el ingreso salarial requerido para estos créditos hipotecarios es considerado bajo por muchos adquirientes.
Ejemplos de casos como el de Sandra, quien recibió un aporte para el pago inicial desde el extranjero, reflejan las dificultades que enfrentan los compradores para financiar sus viviendas. A pesar de los esfuerzos por negociar tasas y plazos favorables, el peso del financiamiento sigue siendo significativo para muchos.
El acceso a una vivienda adecuada es un derecho humano fundamental, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sin embargo, el déficit habitacional en República Dominicana continúa aumentando año tras año. La necesidad de medidas que faciliten el acceso a la vivienda se vuelve cada vez más urgente en el país caribeño.
