
Los estudiantes del barrio 27 de Febrero, en el Distrito Nacional, enfrentan serias dificultades para acceder a una educación de calidad debido a la falta de un centro educativo adecuado. La Escuela Básica Héctor José Díaz opera en un local rentado por el Ministerio de Educación (Minerd) con capacidad para 60 alumnos, pero alberga hasta 175 por tanda, lo que impide condiciones óptimas de aprendizaje. La directora del centro, Dorka Rocío Báez, denunció que la sobrepoblación en las aulas y la falta de espacios recreativos afectan el desarrollo integral de los niños y adolescentes.
Además del hacinamiento, la comunidad enfrenta el peligro de que jóvenes en situación de vulnerabilidad sean absorbidos por pandillas ante la falta de alternativas educativas y recreativas. El sacerdote Francisco Antonio Castillo Montilla, de la Parroquia Nuestra Señora de La Altagracia, alertó sobre el incremento de bandas juveniles en la zona y la influencia negativa en los estudiantes. Ante esta situación, los residentes y líderes comunitarios han solicitado al Gobierno la construcción de un centro educativo con las condiciones adecuadas para garantizar la seguridad y el futuro de la juventud del sector.