
El Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Mujeres en Santiago enfrenta un deterioro crítico, con filtraciones de agua que afectan casi todos los espacios del recinto. Desde el 2021, se han emitido informes sobre la vulnerabilidad estructural del centro, donde las internas recurren a fundas plásticas para mitigar el agua que se filtra en pabellones, áreas comunes y celdas. En la zona de reflexión, la falta de ventilación, filtraciones y suciedad son alarmantes, con paredes y baños visiblemente deteriorados.
La situación también es precaria en el área de alimentos, donde las filtraciones obligan a mover suministros constantemente para evitar que se dañen. Sin congeladores ni extractores de grasa, la conservación de alimentos es un desafío, y los víveres están expuestos a plagas. Además, en zonas como el comedor y las áreas de visitas, el techo presenta daños severos debido a las filtraciones constantes. El deterioro también afecta las condiciones de seguridad, ya que muchas cámaras de vigilancia no funcionan.
Ante la falta de lavadoras, las internas deben lavar su ropa a mano, y las condiciones generales vulneran sus derechos fundamentales. La Defensa Pública y otros actores del sistema penitenciario urgen una intervención inmediata que permita reparar el techo, mejorar la infraestructura y garantizar un entorno digno para las internas.