La reconstrucción del Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras en San Antonio de Guerra, parte integral del Plan de Humanización del Sistema Penitenciario bajo la gestión de Jean Alain Rodríguez, enfrenta desafíos evidentes desde su inauguración en 2020. A pesar de los esfuerzos, la realidad observada por Listín Diario el pasado sábado revela un proyecto que lucha por avanzar mientras el abandono se apodera del complejo carcelario.
El deterioro del sitio es palpable, superando los avances registrados. Las instalaciones, cubiertas por la maleza, hacen que las edificaciones sean apenas visibles. Canchas de baloncesto dañadas y la garita de guardias inconclusa son testigos del estado de abandono en el que se encuentra. La altura de la vegetación, captada por un dron de Listín Diario, destaca la magnitud del descuido.
Los residentes cercanos expresan su descontento al presenciar la falta de progreso. Francisco Rosario, vecino del área, señala el contraste entre la inversión pública y el abandono evidente, describiéndolo como «un abuso». Aunque se aprecian calles asfaltadas desde la última visita en mayo de 2022, la espera de cuatro años para que la cárcel funcione plenamente suscita preocupación.
A pesar de las afirmaciones iniciales sobre el traslado inminente de reclusos, hasta ahora ningún interno ha sido movido al complejo, catalogado como el más grande del país. La procuradora general, Miriam Germán Brito, había indicado que la resolución del hacinamiento en la cárcel de La Victoria dependería de la conclusión de las readecuaciones en Las Parras.
El coordinador de la Comisión por la Reestructuración del Sistema Educativo de la Policía Nacional, Roberto Santana, atribuyó la inactividad de la cárcel a la responsabilidad del equipo técnico de la Procuraduría y el Gobierno. Las imágenes aéreas evidencian el abandono con bloques desgastados, verjas cubiertas de plantas, campos destruidos y áreas verdes descuidadas, pintando un panorama que refleja la lucha de un proyecto penitenciario por cumplir su propósito.
